Un estudio científico realizado por la Universidad de Michigan en noviembre del pasado año ha determinado que el uso de videojuegos, no así el de ordenadores o teléfonos móviles, aumenta la creatividad, con independencia del género del jugador y la temática del juego.
Para efectos de la investigación se seleccionó una muestra compuesta por 491 de 12 años, que fueron entrevistados para conocer la frecuencia con la que utilizaban la tecnología disponible (consolas, ordenadores, móviles), y a los que posteriormente se sometió a un análisis a través del cual se midieron sus niveles de creatividad, mediante el Test de Pensamiento Creativo de Torrance, que examina la capacidad de resolución de problemas y la destreza para narrar historias.
La investigación indica, a título informativo, que los niños suelen jugar a títulos de carácter violento, mientras que las niñas optan más por los deportes y otros juegos de carácter interactivo.
La investigadora principal y encargada del proyecto, Linda Jackson, ha manifestado que este estudio es pionero en lo que se refiere a demostrar la correlación entre la creatividad y la electrónica de consumo. Asimismo, ha señalado que los resultados deben alentar a las empresas diseñadoras de videojuegos para ofrecer productos que estimulen la creatividad, toda vez que
"los videojuegos pueden ser diseñados para optimizar el desarrollo de
la creatividad y preservar sus valores de entretenimiento, que una nueva
generación de títulos se relativiza la brecha entre educación y
entretenimiento".
Linda Jackson, profesora de psicología de la Universidad de Michigan
Otro de los aspectos que ha puesto de relieve es que, a través del juego, los niños adquieren una "mejor habilidad
visual-espacial", algo muy "importante en el desarrollo de disciplinas
científicas y de ingeniería".
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